Por Ariel Caltana
Aquellos que todavía continúan diciéndole no a la tecnología aplicada en el fútbol, ¿seguirán pensando lo mismo luego de la aparatosa mano de Thierry Henry que clasificó a Francia y dejó afuera del mundial de Sudáfrica 2010 a Irlanda? Si en un deporte de élite como el tenis se puede recurrir al “ojo de águila” en determinadas jugadas muy finitas, ¿por qué la FIFA sigue negándose a usarla? ¿Será por qué hay otros intereses en juego? ¿O con esto se aseguran que los equipos poderosos puedan recurrir a jugadas “non santas” para poder ganar un partido? Si bien el debate está abierto desde hace mucho tiempo, desde la cúpula de la FIFA parece no haber respuestas inmediatas, más allá de una prueba piloto en el Mundial Sub 17 con una pelota con chip. O peor aún, al ver la clara evidencia, se niegan también a repetir un partido que debería ser declarado nulo. Algunos podrán decir que se puede llegar a perder la esencia de este deporte, aunque es siempre discutible, ¿o hacer un gol con la mano no atenta contra las leyes del juego? Particularmente, apuesto a la transparencia y no a las manos negras que ensombrecen al deporte más popular del mundo, tan negras como la del francés…
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