En un partido por la inauguración de una cancha de césped sintético en La Paz, el presidente boliviano Evo Morales reaccionó con un rodillazo ante un jugador rival que le había cometido foul. Luego de la rústica venganza, el mandatario no recibió tarjeta roja y continuó el picadito rengueando. Lesionado y todo, el presidente se dio maña para convertir el gol del 4 a 4 final.
Un día después del encontronazo, el gobierno de Bolivia envió un comunicado anunciando que Evo sufre de "laceración de piel a nivel de la cara laterointerna de la pierna derecha y limitación funcional en la marcha", que llevará un reposo de tres a cuatro días. Lo que en el barrio llaman "calentura".
Un día después del encontronazo, el gobierno de Bolivia envió un comunicado anunciando que Evo sufre de "laceración de piel a nivel de la cara laterointerna de la pierna derecha y limitación funcional en la marcha", que llevará un reposo de tres a cuatro días. Lo que en el barrio llaman "calentura".
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